Apnea del sueño y depresión
SÍNTOMAS DE LA APNEA DEL SUEÑO:
En muchos casos los síntomas de la apnea del sueño suelen ser muy similares y puede resultar difícil diferenciar si los síntomas de la depresión están siendo causados por el mal descanso o si los problemas de sueño están siendo provocados por un estado depresivo. Sin embargo, si la persona tiene los siguientes síntomas de forma conjunta es muy posible que esté padeciendo de ambos trastornos.
- Síntomas de la apnea del sueño:
- Roncar ruidosamente.
- Dejar de respirar mientras se duerme ocasionando que la persona se despierte u otra se dé cuenta de esto.
- Despertar abruptamente y sentir que falta el aliento.
- Problemas para prestar atención.
- Cansancio excesivo durante el día.
- Boca seca al despertarse.
- Síntomas de la depresión:
- Irritabilidad, frustración y molestia incluso ante cosas o situaciones que no lo ameritan.
- Cambios en el apetito.
- Insomnio.
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¿qué hacer?
Lo más recomendable en este tipo de casos es acudir a un médico general que derive al especialista pertinente en caso la apnea del sueño sea provocada por problemas respiratorios, neurológicos, de alimentación o psicológicos. Sin embargo, seguir las siguientes recomendaciones puede aliviar algunos de los síntomas más molestos de esta condición:
- Realizar actividad física con regularidad: El ejercicio puede ayudar a que la persona alivia síntomas de la depresión y baje de peso. El bajar de peso puede ayudar a combatir una apnea producida por sobrepeso.
- Evitar dormir boca arriba: Cuando se duerme boca arriba la lengua puede bloquear la entrada de aire. Es mejor dormir boca abajo o de costado.
- Evitar el alcohol: El consumo de alcohol puede generar que ambas condiciones empeoren.
- Evitar el consumo de pastillas para dormir: Las pastillas para dormir no ayudan a detener las apneas del sueño y pueden empeorar los síntomas de la depresión.
¿existe una conexión entre la apnea y la depresión?
La apnea del sueño es un trastorno del sueño caracterizado por causar interrupciones en la respiración mientras la persona que lo padece está dormida. Aunque este trastorno suele estar asociado a otras condiciones de salud, existe una alta prevalencia de personas con depresión que tienen también este problema. Esto se debe a que el descanso al verse interrumpido provoca que la persona vea su vida cotidiana perjudicada, sintiendo que cada vez tiene menos energía y no rindiendo con el total de su potencial. Si bien algunos estudios consideran que existe realmente una relación entre ambos problemas, dicha relación todavía no es clara y todavía se siguen investigando los mecanismos que puedan causar que la apnea del sueño genere o haga más severa la depresión o viceversa.
Sin embargo, cuando una persona sufre de ambos trastornos su calidad de vida se ve severamente afectada, al verse en la incapacidad de descansar correctamente y encontrarse en un estado de ánimo que no le permite desenvolverse con naturalidad. Ambos trastornos suponen una limitación con la que la persona tiene que lidiar todos los días. Produciendo un esfuerzo extra que, si no se trata adecuadamente, sólo agrava ambas condiciones y favorece a la aparición de otros trastornos físicos o psicológicos como la fatiga crónica o ansiedad generalizada.
