¿Cómo reconocer los signos de abuso mental y emocional?

Probablemente conozca muchos de los signos más obvios de abuso mental y emocional. Pero cuando estás en medio de esto, puede ser fácil pasar por alto la persistente corriente subyacente del comportamiento abusivo.

El abuso psicológico implica los intentos de una persona de asustarte, controlarte o aislarte. El abusador podría ser su pareja sentimental, socio comercial, padre o cuidador.

Continúa leyendo para obtener más información sobre como reconocerlo y qué puede hacer al respecto.

Humillación, negación, crítica

Estas tácticas están destinadas a socavar su autoestima. El abuso es duro e implacable en asuntos grandes y pequeños.

Aquí hay unos ejemplos:

  • Insultos: Te llamarán por palabras hirientes.
  • Difamación: Esto generalmente implica la palabra “siempre”. Siempre llegas tarde, siempre te equivocas, etc. Básicamente, dicen que no eres una buena persona.
  • Gritar: Para intimidarte y hacerte sentir pequeño e intrascendente. Puede ir acompañado de golpes de puños contra la pared o arrojar cosas.
  • Vergüenza pública: Buscan pelear, exponen tus secretos o se burlan de tus defectos en público.
  • Insultos de tu apariencia: Te dicen, justo antes de salir, que tu cabello se ve mal o tu atuendo es ridículo.
  • Menosprecia tus logros: Su abusador puede decirle que sus logros no significan nada, o incluso puede reclamar la responsabilidad de su éxito.
  • Menosprecia tus intereses: Pueden decirte que tu pasatiempo es una pérdida de tiempo infantil. Realmente, es que prefieren que no participes en actividades sin ellos.
  • Presionando tus botones: Una vez que su abusador sepa algo que lo molesta, lo mencionará o lo hará cada vez que pueda.

Control y vergüenza

Intentar hacerte sentir avergonzado de tus deficiencias es solo otro camino hacia el poder.

Las herramientas del juego de vergüenza y control incluyen:

  • Amenazas: Decirle que se llevará a sus hijos y que desaparecerá.
  • Monitoreando su paradero: Quiere saber dónde estás todo el tiempo e insisten en que respondas las llamadas o mensajes de texto de inmediato. Pueden aparecer en el lugar donde estas solo para asegurarse de que en realidad estés ahí.
  • Espionaje digital: Pueden verificar su historial de Internet, correos electrónicos, mensajes de texto y registro de llamadas. Incluso pueden exigir sus contraseñas.
  • Toma de decisiones unilateral: Pueden cerrar una cuenta bancaria conjunta, cancelar la cita con el médico o hablar con su jefe sin preguntar.
  • Control financiero: Es posible que mantengan cuentas bancarias y préstamos solo a su nombre, de esta manera solo usted debe rendir cuentas por cada centavo que gaste.
  • Órdenes directas: Esto significa seguir las órdenes de su pareja a pesar de que desea hacer lo contrario.
  • Tratarte como a un niño: Te dicen qué ponerte, qué y cuánto comer, o qué amigos puedes ver.
  • Impotencia fingida: Pueden decir que no saben cómo hacer algo para que usted haga su trabajo.
  • Imprevisibilidad: Explotarán de rabia de la nada, de repente te llenará de afecto o se pondrá mal humor.
  • Usando a otros: Los abusadores pueden decirte que “todos” piensan que estás loco o “todos dicen” que estás equivocado.

Acusar, culpar y negar

Este comportamiento proviene de las inseguridades de un abusador. Quieren crear una jerarquía en la que se sientan superiores.

Aquí hay unos ejemplos:

  • Celos: Te acusan de coquetear o engañarlo.
  • Negar algo que sabes es verdad: Un abusador negará que haya tenido lugar una discusión o incluso un acuerdo. Esto se llama gaslighting, te hará cuestionar tu propia memoria y cordura.
  • Hacerte sentir culpable: Podrían decir algo como: “Me debes esto. Mira todo lo que he hecho por ti “, en un intento de salirse con la suya.
  • Molestar y luego culpar: Los abusadores saben cómo molestarte. Pero una vez que comienza el problema, es tu culpa por crearlo.
  • Negando su abuso: Cuando te quejas de sus ataques, lo niega.
  • Acusándote de abuso: Dicen que tú eres el que tiene problemas de ira y control.
  • Trivializar: Cuando quieres hablar sobre tus sentimientos heridos, te acusan de reaccionar de forma exagerada.
  • Decir que no tienes sentido del humor: Los abusadores hacen bromas personales sobre ti. Si te opones, te dirán que te relajes.
  • Culparte por sus problemas: Lo que sea que esté mal en su vida es todo culpa tuya. No eres lo suficientemente solidario, no hiciste lo suficiente o te entrometiste donde no debías.
  • Destruyendo y negando: Pueden romper la pantalla de tu teléfono celular o “perder” las llaves de tu automóvil, y luego negarlo.

Descuido emocional y aislamiento

Los abusadores tienden a colocar sus propias necesidades emocionales por delante de las tuyas. Muchos abusadores intentarán interponerse entre usted y las personas que lo apoyan para hacerlo más dependiente o tener una dependencia emocional hacia ellos.

Hacen esto por:

  • Exigir respeto: Ningún desaire percibido quedará impune, y se espera que les difiera. Pero es una calle de sentido único.
  • Evitar que socialices: Cada vez que tienes planes de salir, se le ocurre una distracción o te ruega que no vayas.
  • Intenta interponerse entre usted y su familia: Dirá a los miembros de su familia que no quiere verlos o dará excusas para no asistir a reuniones familiares.
  • Reteniendo afecto: No te tocarán, ni siquiera para sostener tu mano o darte palmaditas en el hombro. Pueden rechazar las relaciones sexuales para castigarte o para que hagas algo.
  • Poner a los demás en tu contra: Dirá a sus compañeros de trabajo, amigos e incluso a su familia que eres inestable y propenso a la histeria.
  • Llamándote necesitado: Cuando realmente estás deprimido y buscas apoyo, te dirán que estás demasiado necesitado o que el mundo no puede dejar de recurrir a tus pequeños problemas.
  • Indiferencia: Te ven herido o llorando y no hacen nada.
  • Discutiendo tus sentimientos: Lo que sea que sientas, dirán que te equivocas al sentirte de esa manera o eso no es realmente lo que sientes.

Codependencia

Una relación codependiente es cuando todo lo que haces es una reacción al comportamiento de tu abusador. Has olvidado cómo ser de otra manera. Es un círculo vicioso de comportamiento poco saludable.

Puede ser codependiente si usted:

  • Cree que merece ese trato.
  • Cree que nadie más podría quererlo.
  • Se siente culpable cuando se defiende.
  • Reprime sus sentimientos para mantener la paz.
  • Busca con frecuencia la aprobación de su pareja.
  • Prefiere seguir con la relación que quedarse solo.
  • Descuida constantemente sus propias necesidades.
  • Es infeliz en la relación, pero temen otras alternativas.
  • Deja de lado a tus amigos y familia para complacer a tu pareja.
  • Defiende a su abusador cuando otros señalan lo que está sucediendo.
  • Hace muchos sacrificios para complacer a la otra persona, pero no es recíproco.
  • Cambia su comportamiento en respuesta a la culpa; su abusador dice: “No puedo vivir sin ti”, así que terminas quedándote.

¿Qué hacer?

Si estás siendo abusado mental y emocionalmente, confía en tus instintos. Sepa que no está bien y que no tiene que vivir de esta manera.

Si teme violencia física inmediata, llame al 911 o a los servicios locales de emergencia. Si no está en peligro inmediato y necesita hablar o encontrar un lugar para ir, llame a la línea directa nacional de abuso doméstico de su país.

De lo contrario, sus elecciones se reducen a los detalles de su situación. Esto es lo que puedes hacer:

  • Acepta que el abuso no es tu responsabilidad. No intentes razonar con tu abusador. Es posible que desee ayudar, pero es poco probable que rompan este patrón de comportamiento sin asesoramiento profesional. Esa es su responsabilidad.
  • Desconectarse y establecer límites personales. Decida que no responderá a los abusos ni se verá envuelto en argumentos. Apégate a ello. Limite la exposición al abusador tanto como pueda.
  • Salga de la relación. Si es posible, corte todos los lazos. Deje en claro que se acabó y no mire hacia atrás. También es posible que desee encontrar un terapeuta que pueda mostrarle una forma saludable de seguir con su vida.
  • Date tiempo. Contacta a amigos y familiares que te apoyen. Si estás en la escuela, habla con un maestro o un consejero vocacional. También puede buscar un terapeuta que pueda ayudarlo en su recuperación.

Dejar la relación es más complejo si está casado, tiene hijos o bienes compartidos. Si esa es su situación, busque asistencia legal.

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