10 PISTAS PARA SABER SI TRABAJAS EN UN BUEN CLIMA LABORAL
El clima laboral es uno de los pilares fundamentales para la buena marcha de una organización. A veces se piensa que esto se reduce a las buenas relaciones entre los trabajadores y los directivos, pero lo cierto es que su definición e impacto van mucho más allá. Hay un buen clima laboral no solo cuando el nivel de conflicto es bajo, sino también cuando las condiciones del trabajo generan sentido de pertenencia, deseo por mantener el trabajo, optimismo y sentimientos de satisfacción.
Existen muchas escalas para medir el clima laboral que tienen en cuenta la presencia de algunos factores que revelan lo positivo o negativo del ambiente de trabajo. Los siguientes son diez de esos factores relevantes.
PISTAS PARA RECONOCER UN BUEN CLIMA LABORAL
1.Implicación
La implicación hace referencia al grado de compromiso que muestran los trabajadores frente a su labor. Cuando, de forma espontánea, se muestran interesados por lo que hacen, buscan hacerlo bien su trabajo e incluso mejorarlo, suele ser porque se sienten implicados con la organización.
2. Cohesión
La cohesión tiene que ver con la actitud cooperativa dentro del trabajo. Si hay ayuda mutua e interés por el bienestar de los demás, significa que hay cohesión. Esto, por supuesto, también aplica para los directivos. La cohesión es un pilar fundamental para el buen clima laboral.
3. Apoyo
El apoyo está relacionado con la actitud de los directivos. Está presente cuando los líderes realizan acciones concretas para colaborar en lo que los trabajadores requieren. También supone una comunicación motivadora, que anime a realizar las actividades y genere seguridad y confianza en el equipo.
4. Autonomía
La autonomía es uno de los indicadores más reveladores del buen clima laboral. Hace referencia al grado de autosuficiencia de los trabajadores y a su capacidad para tener iniciativas propias. Si se halla presente, es probable que sea porque el trabajador se siente cómodo con su labor y con la organización.
5. Orden
El orden es fundamental para que las labores se realicen de la mejor manera posible y para que no existan conflictos. Está asociado a una buena planificación, unida a la eficiencia y la capacidad para terminar las tareas en el nivel y las condiciones que son requeridos.
6. Presión
Este factor debe ser negativo, es decir: cuanta menos presión haya, mejor será el clima laboral. Por presión se entiende la sensación de urgencia frente a las actividades a realizar. Lo normal es que en todo trabajo haya presión, pero lo indicado es que esto no sea un hecho cotidiano o frecuente, sino coyuntural.
7. Claridad
Hay claridad cuando el trabajador comprende bien lo que debe hacer, lo que se espera de él y la forma como debe hacerlo. Así mismo, cuando entiende las políticas de la organización, conoce sus reglamentos y es consciente tanto de los límites de su labor, como de sus posibilidades.
8. Control
El control hace referencia al grado en que deben ser utilizadas las reglas y presiones para el desempeño de las actividades diarias. Una organización tiene un mejor clima laboral cuando no hay mayor necesidad de recurrir a alguna forma de coacción para lograr que las tareas sean llevadas a cabo.
9. Innovación
En este caso, la innovación tiene que ver con las posibilidades que ofrece el trabajo para introducir variedad, nuevos enfoques o cambios. Este factor es muy importante, ya que las actividades demasiado rutinarias suelen generar desmotivación en los colaboradores.
10. Comodidad
Este factor tiene que ver con el ambiente físico que hay en el trabajo. Cuanto más cómodas sean las instalaciones y, en particular, el sitio del trabajo, mayor será la buena disposición de los trabajadores a realizar su labor. No tiene que ver con lujo, sino con condiciones adecuadas.
LA IMPORTANCIA DEL CLIMA LABORAL
En síntesis, aunque el buen clima laboral es un factor intangible, también se materializa en muchos terrenos de la organización. Aquel que está conforme y satisfecho con su trabajo tiene una mayor productividad. Así mismo, es más estable, saludable y activo.
Todo se traduce en la buena salud de la organización. Adquiere prestigio y valoración entre sus trabajadores que, finalmente, son sus primeros clientes. Esto, tanto a corto como a largo plazo, se traduce en mejores procesos y en resultados más notables.