Dolores de cabeza: Causas y tipos
CAUSAS
El dolor de cabeza o cefalea es una de las formas más comunes de dolor en todas las personas. Si bien estas pueden provocar dolor y angustia es raro que sea signo de un grave problema de salud, aunque pueden llegar a representar un problema para que la persona se desenvuelva normalmente en su vida cotidiana, ya que en muchos casos el dolor puede llegar a ser incapacitante o muy persistente. Los dolores de cabeza se dan por infinidad de razones, por estrés, por una mala postura, por herencia, por una mala alimentación, etc; aunque no sean signo de enfermedad grave suelen ser signo de que algo en la vida de la persona no está funcionando bien.
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¿cuáles son los tipos de dolores de cabeza?
Los tipos de dolores de cabeza o cefalea son los siguientes:
- Cefalea tensional: es la más común de todas y físicamente está relacionada a la tensión muscular en los hombros, cuello, cuero cabelludo y mandíbula. El dolor suele sentirse en ambos hemisferios de la cabeza y también puede haber dolor en los hombros y el cuello. Puede estar causada por:
- Eventos estresantes con alta carga de responsabilidad.
- Sostener la cabeza en una mala posición.
- Largos periodos de depresión.
- Puede ser consecuencia de un traumatismo craneal.
- Cefalea
- Migrañosa: Implica un dolor fuerte que viene acompañado de otros síntomas, como cambios en la visión, sensibilidad al ruido, la luz, los olores y náuseas.
- Alimentación inadecuada: Algunos productos como el glutamato Mono sódico (presente en la mayor parte de la comida chatarra) suelen ser causantes de constantes dolores de cabeza.
- Cambio hormonal: Algunas mujeres cuando se encuentran su ciclo menstrual suelen experimentar dolores de cabeza.
- Falta o exceso de sueño: Tanto el exceso como la falta de sueño pueden producir dolores de cabeza y la sensación de que no se ha descansado nada.
¿CÓMO INFLUYE LA ANSIEDAD EN LA APARICIÓN DE DOLORES DE CABEZA?
Las personas que sufren de mucha ansiedad, no suelen tener la capacidad de controlar o manejar su estrés de forma adecuada lo que resulta desencadenando una serie de problemas tanto a nivel emocional como a nivel físico. Los niveles altos de ansiedad influyen en el sueño, el apetito y el humor de la persona; al no descansar bien se ve afectado su rendimiento, al no alimentarse debidamente la falta o exceso de algunas proteínas pueden generar malestares estomacales y por último el mal humor influye en sus relaciones sociales y personales. Una persona con altos niveles de ansiedad resulta casi siempre en una persona estresada y cuando esta situación se prolonga por mucho tiempo se producen una serie de malestares que pueden afectar toda la vida de la persona.
