Trastorno de Apetito Desenfrenado: Síntomas, causas y consecuencias
El trastorno de apetito desenfrenado o trastorno por atracones pertenece al grupo de los trastornos de la conducta alimentaria. Estos se no solo están relacionados a la ingesta de comida sino que suponen que la persona recurre a ellos para poder lidiar con un problema mucho más profundo o relacionado a otra condición psicológica, como puede ser el estrés, la ansiedad o la depresión.
Resulta grave para la salud de la persona ya que come compulsivamente incluso cuando se encuentra lleno. Suele terminar grandes cantidades de comida en un corto periodo de tiempo y, aunque mientras come puede llegar a sentirse aliviado, también suele experimentar sensación de vergüenza y de que está perdiendo el control sobre sí mismo.
SÍNTOMAS DEL TRASTORNO DE APETITO DESENFRENADO:
Para que una persona sea diagnosticada con trastorno de apetito desenfrenado debe haber presentado al menos un episodio por semana en los últimos tres meses y haber presentado los siguientes síntomas:
- Comer cuando no se tiene hambre.
- Comer muy rápido mientras se está teniendo un atracón.
- Comer solo o en secreto.
- Sentirse deprimido, culpable, avergonzado o disgustado después de un atracón.
- Intentar esconder a los demás acerca de cuánto se está comiendo.
- Almacenar grandes cantidades de alimentos o comprar compulsivamente estos.
- Subir de peso (es lo usual pero no aplica a todas las personas).
- Mostrar extrema preocupación por la apariencia física y el peso.
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causas:
Aunque las causas de este trastorno todavía están por determinarse, las investigaciones apuntan a que el aspecto emocional es clave para llegar a comprender este trastorno. Las causas más asociadas son:
- Estrés: Personas que tienen un estilo de vida muy acelerado o con demasiadas responsabilidades suelen experimentar periodos intensos de estrés y ven en las comidas una forma de obtener paz y tranquilidad por lo que prefieren aprovecharla al máximo llegando en algunas ocasiones a desarrollar este tipo de trastorno.
- Haber sido criticado por los hábitos alimenticios, apariencia física o el peso.
- Tener un trastorno relacionado a la ansiedad (la ansiedad te lleva a comer en exceso), depresión o baja autoestima.
CONSECUENCIAS
Las consecuencias psicológicas de este trastorno son graves. La persona siente que no puede controlar un aspecto tan básico como lo es la ingesta de alimentos y aunque aun así el aspecto psicológico puede recuperarse, este trastorno deja secuelas importantes en el cuerpo y la calidad de vida de la persona:
- Impacto en la calidad de vida: Las personas con este trastorno pueden llegar a gastar mucho dinero en comida por lo que su condición económica puede verse afectada.
- Sobrepeso u obesidad: estas condiciones tienen gran impacto en la salud física provocando problemas en las articulaciones, en el funcionamiento del corazón, enfermedad por reflujo y alteraciones en el sueño como la aparición de apneas.
