Inmunodeficiencia: primaria, secundaria y la depresión
¿Qué son las inmunodeficiencias?
La inmunodeficiencia es una condición médica en la que el sistema inmune de una persona no funciona de forma adecuada, o simplemente no funciona, causando que el organismo se encuentre mucho más vulnerable a infecciones y el desarrollo de enfermedades autoinmunes (artritis, lupus, hepatitis A, etc.).
Entre los síntomas encontramos:
- Padecimiento retirado de infecciones con baja o nula eficacia de los tratamientos farmacéuticos.
- Ganglios constantemente inflamados.
- Problemas para conciliar el sueño (insomnio).
Las inmunodeficiencias pueden ser:
- Primarias: Estas tienen un origen genético o hereditario, suelen presentarse en la lactancia o infancia como infecciones frecuentes o inusuales.
- Secundarias: Estas pueden estar causadas por enfermedades como la diabetes, por infección del virus del VIH, también puede ser resultado de tratamientos como la quimioterapia.
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Inmunodeficiencia Primaria:
Estos trastornos tienen un origen genético y/o hereditario, pueden componer un síndrome por sí mismos o forman parte de uno. Las inmunodeficiencias primarias suelen presentarse comúnmente en el periodo de lactancia o en la infancia temprana, donde pese a los cuidados de los padres y el control debido en la alimentación, el infante empieza a presentar signos de infecciones con suma frecuencia.
Las inmunodeficiencias primarias se pueden clasificar en función del principal componente del sistema inmune que es deficiente o defectuoso:
- Inmunidad
- Humoral: Defectos del linfocito B, causa que la producción de anticuerpos se vea disminuida en un 50 a 60%.
- Celular: Defectos del linfocito T, predispone a la infección de virus, hongos y otros microorganismos patógenos comunes.
- Humoral y celular combinada: Causa inmunodeficiencia combinada grave, el cuerpo no produce anticuerpos se encuentra en peligro de infección constante.
- Células Fagocíticas: Se caracteriza por la predisposición a infecciones cutáneas por estafilococos y gramnegativos.
Inmunodeficiencia Secundaria:
Estos trastornos tienen un origen externo, ya que pueden ser causa de un tratamiento invasivo, la exposición a una enfermedad grave o la infección por un virus determinado.
- Trastornos sistémicos: El sistema inmune de una persona se puede ver seriamente afectado al tener diabetes o desnutrición, ya que debido a los desbalances que existen en los organismos de las personas que sufren estas enfermedades no pueden generar anticuerpos de una forma debida.
- Virus como el VIH pueden causar que el sistema inmune de la persona se vea totalmente anulado dejándolo expuesto a infecciones y enfermedades.
- Trastornos inmunosupresores: Tratamientos como la quimioterapia, terminan destruyendo tanto las células cancerígenas como las células encargadas de proteger nuestro organismo de infecciones.
- Exposición prolongada a una enfermedad grave: Cuando el organismo es expuesto a una enfermedad grave por un tiempo prolongado ocasiona que el sistema inmune se atrofie su capacidad de respuesta frente a otras enfermedades.
¿Cómo se relaciona con la depresión?
En los años recientes, gracias a los últimos avances neurológicos y a las nuevas técnicas y herramientas que permiten una exploración más detallada del funcionamiento de nuestro sistema nervioso, se ha descubierto la importante relación que existe entre nuestro estado de ánimo y la inmunodeficiencia.
Esto quiere decir, nuestra salud física depende en muchos sentidos de nuestra salud mental, si estamos constantemente estresados o deprimidos esto también se ve nuestro organismo, ocasionando que nuestro sistema inmune no funcione de una forma adecuada.
