Trastorno depresivo mayor

Qué es el trastorno depresivo mayor

El trastorno depresivo mayor, también conocido como depresión mayor, es un trastorno mental que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés o placer en actividades que solían ser disfrutadas, y cambios en el apetito, el sueño y la energía. 

La tristeza es una parte natural de la experiencia humana. Las personas podemos sentirnos tristes o deprimidas cuando alguien querido muere o cuando atravesamos por algún obstáculo o evento complicado. Cuando alguien experimenta estos sentimientos de forma persistente e intensa por largos periodos de tiempo, podemos hablar que está padeciendo de trastorno depresivo mayor.

Los síntomas de la depresión también pueden incluir dificultad para concentrarse, indecisión, dificultad para tomar decisiones, cambios en el patrón de sueño, cambios en el apetito, sentimientos de culpa o inutilidad, y pensamientos suicidas.

El trastorno depresivo mayor es uno de los problemas de salud mental más recurrentes en la actualidad. La depresión es un trastorno mental común, con aproximadamente el 7% de la población adulta experimentando un episodio de depresión mayor en algún momento de sus vidas. Afecta a hombres y mujeres por igual y puede ocurrir en cualquier edad.

 

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¿Cuáles son sus síntomas?

Para ser diagnosticado con trastorno depresivo mayor deben cumplirse los siguientes criterios:

  • Experimentar cambios en relación a la funcionalidad que se tenía en el pasado: presentar problemas para realizar funciones que antes se hacían con facilidad, etc.
  • Experimentar un estado de ánimo depresivo, pérdida de intereses o que ya nada le provoca el placer que le provocaba en el pasado.

Además, debe experimentar cinco o más de los siguientes síntomas, en un periodo mayor a dos semanas  o un mes:

  • Sentirse irritable o triste la mayor parte del día, la mayoría de los días de la semana.
  • Pérdida de intereses en actividades que antes disfrutaba.
  • Ganar o perder peso repentinamente, o experimentar cambios en el apetito.
  • Problemas para conciliar el sueño o querer dormir más de lo usual.
  • Experimentar sensaciones de inquietud.
  • Sentirse impotente o culpable por cosas que normalmente no te harán sentir así.
  • Sentir ansiedad ante situaciones que antes no causaban esta sensación.
  • Sentimiento de cansancio o de falta de energía.
  • Experimentar problemas para concentrarse, tomar decisiones o pensar con claridad.
  • Pensar en hacerse daño o suicidarse.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas deben ser persistentes y afectar significativamente el funcionamiento diario para ser considerados como un trastorno depresivo mayor. Si sospecha que usted o alguien que conoce puede tener trastorno depresivo mayor, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental.

¿Que lo causa?

Aunque son muchos los factores que favorecen el riesgo de sufrir un trastorno depresivo mayor, en la actualidad se considera que la combinación de los siguientes resulta más determinante. Algunas de las posibles causas incluyen:

  • Factores biológicos: Algunos estudios sugieren que ciertos cambios en los niveles de ciertos químicos en el cerebro, conocidos como neurotransmisores, pueden contribuir al desarrollo del trastorno depresivo mayor.
  • Factores genéticos: Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno depresivo mayor debido a factores genéticos.
  • Factores ambientales: Traumas o eventos estresantes, como la pérdida de un ser querido, un divorcio o un cambio de trabajo, pueden contribuir al desarrollo de trastorno depresivo mayor.
  • Factores psicológicos: Una autoestima baja, una falta de habilidades para manejar el estrés o una falta de apoyo social pueden contribuir al desarrollo de trastorno depresivo mayor.
  • Factores médicos: Algunas enfermedades médicas, como el hipotiroidismo, pueden causar síntomas de depresión.
  • Factores socioeconómicos: las personas con menores ingresos y menor educación tienen un riesgo mayor de desarrollar trastorno depresivo mayor.
  • Abuso de sustancias: el consumo excesivo de alcohol o drogas puede aumentar el riesgo de desarrollar trastorno depresivo mayor.
  • Factores culturales: ciertas culturas pueden tener una mayor prevalencia de trastorno depresivo mayor debido a factores culturales.
  • Factores hormonales: cambios hormonales durante el embarazo, la menopausia y otros cambios en la vida pueden contribuir al desarrollo de trastorno depresivo mayor.
  • Factores biológicos: ciertas condiciones médicas, como la enfermedad cardíaca, el cáncer o el VIH, pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastorno depresivo mayor.

Es importante tener en cuenta que estos factores pueden interactuar entre sí y contribuir al desarrollo del trastorno depresivo mayor. Es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental para evaluar y tratar el trastorno depresivo mayor, ya que el tratamiento puede incluir una combinación de terapia, medicación y cambios en el estilo de vida.

Tratamiento para el Trastorno depresivo mayor

Aunque los medicamentos alivian los síntomas de este trastorno, no atacan el núcleo psicológico del problema. Por lo que hasta el momento la mejor opción es recurrir a un psicoterapeuta. La psicoterapia puede ayudar a:

  • Mejorar las capacidades adaptativas de la persona para que reaccione adecuadamente ante una crisis o evento estresante.
  • Reemplazar las creencias negativas por otras más positivas y saludables.
  • Mejorar las capacidades comunicativas de la persona, para que pueda expresar su malestar o incomodidad en el momento adecuado de la forma adecuada.
  • Encontrar mejores formas o estrategias para afrontar los retos de la vida cotidiana y resolver problemas.
  • Aumentar la autoestima.
  • Devolver el sentido de satisfacción y autocontrol.

Es importante también destacar que el tratamiento es un proceso continuo y que puede requerir ajustes o cambios en el tiempo. Es importante también para las personas con TDM tener un seguimiento continuo con su profesional de salud mental y estar abiertos a recibir ayuda y apoyo de sus seres queridos y amigos.

Es importante también tener en cuenta que el trastorno depresivo mayor es una enfermedad tratable y que la mayoría de las personas que reciben tratamiento pueden experimentar una mejoría significativa en su calidad de vida. La prevención y la educación sobre el trastorno depresivo mayor son esenciales para ayudar a las personas a reconocer los síntomas y buscar ayuda temprano.

Conclusión:

El trastorno depresivo mayor (TDM) es una condición común y seria que puede afectar a personas de todas las edades, géneros y grupos culturales. Es una enfermedad compleja, con causas multifactoriales, que pueden incluir factores biológicos, genéticos, ambientales, psicológicos, culturales y socioeconómicos.

Los síntomas incluyen tristeza persistente, pérdida de interés o placer en las actividades, cambios en el apetito y el peso, problemas de sueño, agitación o lentitud psicomotora, fatiga o pérdida de energía, auto-culpa o auto-reproche, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, pensamientos de muerte o suicidio, y cambios en el comportamiento.

Existen tratamientos eficaces para el trastorno depresivo mayor, incluyendo terapia, medicación, terapia electroconvulsiva, cambios en el estilo de vida y terapia de apoyo.

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